Preguntas para Dominique Perrault o preguntas a
una exposición, segunda parte
¿Cuál es la esencia de esta escenografía?
Se articula
sobre cuatro elementos esenciales. La malla metálica y las pantallas que acabo
de mencionar. A estos dos elementos se agrega un dispositivo de grandes mesas de
baja altura repartidas a lo largo de todo el espacio de la galería.
En esas
mesas cohabitan dibujos, maquetas y materiales, así como pantallas que difunden
otras películas. De una mesa a otra, pueden ser de un solo proyecto o de varios
de ellos agrupados por estrategia, concepto o dispositivo o, al contrario, por
contraste. Una vez más, estos conjuntos no responden ni a un desarrollo
cronológico ni a un parentesco formal, pero a lo que yo llamo una lógica
relacional.
Se agregan
igualmente, por encima de cada mesa, 20 grandes cajones luminosos (1x1 m) de
doble faz que presentan los sitios en cuestión, de tal manera que el visitante
pueda aprehender la situación urbana, el contexto natural, la realidad
geográfica.
E insisto,
si todo es perfectamente fechado para marcar bien la relación con el tiempo, no
se trata de ninguna manera de un recorrido cronológico.
¿Cuáles son, en su opinión, los puntos fuertes
de la exposición?
Por
supuesto, uno de ellos es, desde la entrada, la confrontación entre la
Biblioteca nacional de Francia y el Teatro Mariinsky II. Algunos verán la
oposición entre el rigor puro y una cierta forma de barroco. A lo largo de la
visita, uno encuentra otras oposiciones, otras confrontaciones, otros enfrentamientos.
Pero las cosas no son nunca tan simples o tan separadas como se pueden
imaginar. Se trata de una relación dialéctica a la arquitectura, a su sentido, a
su simbólica y a su realidad. A esa naturaleza que trata de operar la incesante
transformación de los territorios, de modificar la substancia urbana, de nublar
la percepción. Una manera de significar que, de ahora en adelante, la dimensión
geográfica de la arquitectura se antepone a su dimensión histórica.
Asimismo, esta
sucesión de enfrentamientos son una oportunidad para afirmar que la escritura
arquitectónica no es necesariamente unívoca. Que el rol de un arquitecto no es
de imprimir su huella, de imponer su estilo, sino de tomar en cuenta cada
situación en su especificidad y su complejidad. De allí esta voluntad de
exponer una lógica conceptual más que estética.
Más que una situación actual, ¿es esta
exposición para usted la ocasión de expresar un sistema de creencias, un modo
de funcionamiento, una manera de trabajar?
En la
agencia, no establecemos ninguna jerarquía entre los registros, las
disciplinas, las materias… Todo funciona de manera simultánea, en el instante. Sabemos
que los tiempos de la construcción de la arquitectura son largos y que la
duración de su vida se proyecta lejos en el tiempo, pero la rapidez es nuestro
motor para el diseño. Siempre estamos en movimiento, en estado permanente de investigación
y de experimentación. Y esto, aunque los temas sean latentes o patentes. Ya no
hay comienzo ni final a nuestra acción, a nuestras acciones. En el fondo, lo
que intentamos expresar a través de esta exposición, es que la arquitectura no
es un objeto, ni una colección de objetos, pero una substancia. Y que esta
substancia, la definimos, la alcanzamos a través de herramientas que son la
esencia y la materia mismas de esta exposición.
En efecto,
más que hermosas imágenes o bellos objetos, o fotos o maquetas espectaculares,
lo que hemos decidido exponer, mostrar y dar a comprender son las herramientas
y los medios que componen nuestro día a día. De alcanzar la esencia misma del
diseño arquitectónico y urbano. Al menos, tal y como lo practicamos.
“Dominique Perrault Architecture”
Galería Sur, Centre Pompidou, París
11 de junio – 22 de septiembre del
2008